martes, 12 de noviembre de 2013

VIRGEN DE LA MERCED, NUESTRA GENERALA

LA VIRGEN DE LA MERCED, NUESTRA GENERALA


Por Miguel Carrillo Bascary



Vitral de la actual Basílica de Tucumán

El triunfo en la batalla de Tucumán fue considerado providencial por sus protagonistas. El propio general Belgrano lo reconoció solemnemente reconociendo a N. S. de la Merced como "generala del Ejército"; desde entonces también se la llama N.S. de las Victorias. La historia también la conoce como N.S. de las Mercedes.

Esta antigua advocación mariana tiene su fiesta el 24 de septiembre, fecha en la que como sabemos se obtuvo esa gran victoria.

La Orden Mercedaria se afincó en Tucumán desde la fundación de la ciudad en 1565. Su nombre oficial es "Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos", ya que su fundador la instituyó con el expreso propósito de redimir a los cristianos cautivos de los musulmanes.

Reseña de la advocación: Su fundador San Pedro Nolasco (ca. 1180–1245) la estableció en 1218. Pedro era un joven mercader nacido en un pueblo cercano a Barcelona. Dijo sentir día a día un especial llamado de Dios. Veía muchas miserias e injusticias que ocurrían en el mundo en el que él vivía. Esto lo llevó a preguntarse: “¿Qué podría hacer para atenuar tanto dolor y para acabar con tanta injusticia?”. A partir de allí él comienza un nuevo camino en el que se dedica a luchar por la libertad de los cristianos que habían abandonado la religión y sobre todo de aquellos que en situación de esclavitud estaban en peligro de perder su fe.

Nolasco sentía un gran amor por la Virgen María y fue ella quien en la madrugada del 2 de Agosto de 1218 se le apareció rodeada de Ángeles y de Santos y le dijo “En voluntad de mi Santísimo Hijo y Mía fundes en el mundo una Orden que en mi honor deberá llamarse ORDEN DE LA VIRGEN MARIA DE LA MERCED DE LA REDENCIÓN DE CAUTIVOS. El habito será blanco en honor a mi pureza, en el pecho llevará una cruz roja en recuerdo de mi Hijo y el escudo del Rey al que sirves.

Los tiempos han cambiado, la Orden ya no se dedica a "rescatar cautivos" sino a actuar en favor de aquellas personas que son víctimas de nuevas formas de cautividad. Sus miembros actuan en aquellas situaciones sociales donde concurren las siguientes condiciones:

1. opresión y degradación de la persona humana;

2. surgida de principios y sistemas opuestos al Evangelio;

3. de tal grado que ponga en peligro la fe de los cristianos; y

4. donde sea posible ayudar, visitar y redimir a las personas que se encuentran en estas situaciones.

Ejemplos: personas que viven en la calle, víctimas de la prostitución; el tabaco; la bebida; las drogas y toda otra adicción; violencia familiar; explotación del trabajo ajeno; exclusión de la cultura del trabajo; bajo nivel cultural; migrantes; ancianos; niños abandonados; desempleados; víctimas de la enfermedad o de discapacidades; víctimas de la injusticia en todas sus formas; etc.

Escudo de la Orden de la Merced


Aquellos belgranianos que sean religiosos bien podríamos aprender y rezar una breve oración a Nuestra Señora de la Merced, particularmente cuando durante nuestro diario vivir observemos situaciones de opresión y de degradación humana, invocando la intrercesión liberadora de nuestra Madre del Cielo, tal como quizás debió hacerle Belgrano, bajo las fórmulas piadosas de su tiempo.

Oración:

María de la Merced, tú eres compasiva con todos. Enséñame a amar a los hermanos que no son libres porque alguien o algo los oprime. Dame el valor de luchar por su libertad. Amén.

Referencias históricas:

Es conocido que la batalla de Tucumán tuvo lugar el 24 de septiembre de 1812, fiesta de la Virgen de la Merced; por ello se suspendió la tradicional procesión y misa de la festividad. Estas se concretaron un mes mas tarde, oportunidad en que Belgrano y todo su ejército acompañaron la procesión que se dirigió hasta el campo e batalla; fue allí donde se hizo presente la fuerza armada que volvía de controlar la retirada de Tristán. Belgrano dispuso que cubierto de polvo y sudor se sumaran a la procesión y en un momento determinado se apeó e hizo pública manifestación de gratitud hacia la Virgen, entregandole su bastón de mando de general y proclamando que desde entonces se la reconocería como “generala” del Ejército Patrio. Un gesto de extraordinario significado al que alguna vez trataremos en extenso.



En la imagen venos a N. S. de la Merced, imagen histórica, se encuentra en la actual Basílica, Tucumán. El manto que luce lleva el escudo nacional y el de la Municipalidad de Tucumán.




 En la imagen se puede apreciar la banda de generala y numerosas condecoraciones que recibió. 


El generalato de la Virgen

En 1943 por disposición presidencial se formalizó el grado otorgado. Seguidamente se transcribe el Decreto Nº 9.471 firmado el 22 de septiembre de 1943 que formalizó el generalato discernido por Belgrano en su carácter de capitán general en la región del Norte.

Art. 1. Quedan reconocidas con el grado de “Generala del Ejército Argentino”: la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes; y la Santísima Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen.

(…) Normativa ya ejecutada en el tiempo.

Art. 4. En cada aniversario de la batalla de Tucumán, día también de Nuestra Señora de las Mercedes y del juramento de la Patrona y Generala del Ejército de los Andes y bendición y jura de su bandera, se hará una formación militar especial para rendir honores a las Capitanas de los dos históricos Ejércitos mencionados en este Acuerdo.

(…) Normativa ya ejecutada en el tiempo.
Mayor información sobre la Orden en:
http://basilicadelamerced.blogspot.com.ar (página oficial de la basílica, Tucumán); http://www.ordenmerced.org/index.php/es (portal oficial de la Orden); http://www.merced.org.ar/home.html (portal de la provincia Argentina de la Orden)

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