El pasado 5 de agosto se cumplió el 162º aniversario de la promulgación de la ley que reconoció a Rosario como ciudad; acontecimiento de enorme trascendencia para la misma pues impulsó su desarrollo institucional y económico-social.
El 27 de febrero de 1812, el todavía pequeño pueblo de la Capilla del Rosario había sido protagonista del primer izamiento de la Bandera nacional.
En 1823 los vecinos de Rosario en un inédito acontecimiento designaron al cura párroco, Pascual Silva Braga, como representante ante el Gobierno provincial para tramitar el reconocimiento como ciudad. Fue la primera vez que el pueblo elegía un representante con funciones políticas.
Silva Braga no tuvo el éxito esperado, pero logró que el gobernador Estanislao López diera a Rosario el título de “villa”.
En 1852 nuevas gestiones de los rosarinos, que contaron con el apoyo del Presidente de la Nación, Justo José de Urquiza, determinaron que la Legislatura provincial sancionara una ley que, con toda justicia, reconoció a Rosario como ciudad.
Para conmemorar el hecho una delegación del Instituto Belgraniano de Rosario encabezada por su presidenta, la Prof. Norma Badalona e integrada por las señoras: Gabriela Fernández Díaz; Nora Siro; Verónica Galli y los señores: Oscar Barrera; Miguel Carrillo Bascary; Víctor Nardiello y Adolfo Paulón; se hicieron presentes para acompañar a la Sra. Intendenta Municipal de la ciudad, Dra. Mónica Fein al izamiento solemne de nuestra Bandera, en el Mástil Mayor del Monumento que la recuerda.
Participaron también numerosas escuelas primarias; autoridades y secciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Resultó particularmente emotivo que varios escolares cooperaran con el despliegue de la gran bandera que minutos más tarse flameó en lo alto del Mástil impulsada por el fuerte viento.
Acompañamos a la presente crónica la imagen del “pergamino” que contiene el texto de la ley de 1852 que fue entregado a los presentes por la Dirección del Monumento Nacional a la Bandera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario